Ayer por la
tarde leí un comunicado que la empresa de parques acuáticos, SeaWorld, publicó
el 17 de marzo de este año. Por suerte, la empresa
había decidido anunciar que cancelaba los espectáculos con orcas en su parque de San Diego a
partir del próximo año. SeaWorld dispone de otros dos parques en Orlando y en
San Antonio, pero en éstos, los cambios empezarían a realizarse a partir de
2018.
Tenía ganas de
escribir acerca de algo así, la orca es un animal que me gusta especialmente
y del que me llevo informando desde hace algunos años. Pero antes de hablaros
del asunto de SeaWorld, me gustaría hacer constar algunas especificaciones
físicas y psicológicas acerca de estos cetáceos.
Debajo de ese
aspecto afable, las orcas se sitúan en la cúspide de la cadena trófica, no
tienen enemigos naturales en el océano y son considerados un súper depredador,
los machos pueden alcanzar los 9 metros de longitud y nadar una distancia diaria
de entre 150 y 200 km, por lo que os podéis imaginar cómo se sienten metidas en
un estanque toda su vida. Estos animales, tienen un vínculo muy especial con
los miembros de su manada, cazan en grupo y no son aceptados por los miembros
de otra manada, por lo que, a mi parecer, es inviable que puedan
ser devueltos a mar abierto después de haber permanecido la mayor parte de su
vida en cautiverio (un ejemplo de ello es la orca que se utilizó para rodar la
película “Liberad a Willy”, Keiko, en
el año 2002 fue puesta en libertad y murió al año siguiente porque no fue capaz
de adaptarse a su nuevo entorno). Gracias a su gran inteligencia y su
majestuosidad, las orcas han sido capturadas para ser exhibidas en los
distintos parques acuáticos del mundo, son fáciles de entrenar y muy dóciles en
libertad.
Es aquí donde
aparece el problema, las orcas, al estar en cautividad muestran claros signos
de violencia, tanto entre los propios ejemplares, los cuales llegan incluso a autolesionarse,
como con los entrenadores, algunos de los cuales han fallecido en espectáculos
como los de SeaWorld. Estos animales no soportan el estrés que les provoca el
verse atrapados en un tanque de agua, están acostumbrados a nadar a grandes
velocidades y recorrer cientos de kilómetros a lo largo del día. Una muestra
del estrés que sufren, lo encontramos en su aleta dorsal, la
cual se inclina al estar en cautiverio, mientras que, en libertad, no se ha
hallado ningún ejemplar con esta deformidad.
Desde que en
2013 se estrenara el documental “Blackfish”,
los ingresos de SeaWorld descendieron en un 84%. En este documental podemos ver
cómo desde el momento de su captura, las orcas sufren al ser separadas de su
manada, en qué condiciones viven y cómo les afecta tanto física como
psicológicamente. Principalmente el documental se centra en el ataque que se
produjo en SeaWorld en el año 2010, cuando Dawn Brancheau, una experimentada
entrenadora de orcas, de tan solo 40 años, murió al ser atacada por Tilikum,
una orca macho que ya se había cobrado la vida de otras dos personas y había
sido apartada del resto de ejemplares del parque por diversos ataques. En el
documental podemos ver, como incluso ex entrenadores de orcas critican las
condiciones de este tipo de animales en cautiverio y defienden que Dawn Brancheau
no tuvo ningún error durante la actuación, al contrario de lo que la empresa
defendió como causa del ataque. A continuación, dejo un link para acceder al tráiler
del documental, el cual puede conseguirse fácilmente en internet.
Podría ser que
hablásemos de un caso aislado, que una orca se volviese loca y atacase a varias
personas, pero el de Dawn Brancheau, no es el único caso de una orca en
cautiverio que haya atacado a su entrenador. En el mismo documental encontramos
el caso de Alexis Martínez, un entrenador de orcas que murió en el Loro Parque,
Tenerife (único parque acuático de España en el que se pueden ver espectáculos
con orcas) durante una actuación. Las orcas que tiene este parque son
proporcionadas por SeaWorld y los tanques están aún peor acondicionados que los
de ésta. Pero el problema no se queda ahí, buscando por YouTube, podemos
encontrar diversos ataques de orcas a sus entrenadores. Seguidamente dejo unos
links, pero aviso que éstos contienen escenas que pueden herir la sensibilidad
del público.
https://www.youtube.com/watch?v=_jyM5IEcNXA (Ataque a Dawn Brancheau).
https://www.youtube.com/watch?v=Q9-Wc2ehmc4 (Ataque de orca a entrenador de SeaWorld).
https://www.youtube.com/watch?v=uC-62_0ig5k (Ataque de orca a chica en parque acuático).
Gracias al
éxito del documental, y las constantes protestas de organizaciones ecologistas,
SeaWorld ha tomado la decisión de cancelar los espectáculos con orcas, aunque
el presidente de la empresa, Joel Manby, ha decretado que “las orcas seguirán
en cautiverio debido a que no podrían adaptarse a su puesta en libertad”. El
objetivo de la empresa consistiría en que los espectáculos se centrasen en el
estudio, investigación y rescate de estos cetáceos, además de que la sociedad
se conciencie sobre el bienestar y la vida salvaje de los animales.
Tendremos que
esperar para ver las medidas reales que toma la empresa, y cómo acondiciona la
estancia para la vida de las orcas en el parque. Lo que es seguro, es que la situación
de estrés a la que son sometidas no cambiará.
Otro punto
importante es que la empresa no se dedicará a la cría de estos animales a
partir de ahora, por lo que, la actual, será la última generación de orcas en
SeaWorld.
Espero que lo
aquí expuesto ayude a reflexionar y concienciar a la gente sobre la cría de
estos animales en cautividad y que se animen a ver el documental “Blackfish” porque verdaderamente merece la pena.
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