Recientemente el gobierno japonés ha emitido un comunicado donde
impone que las universidades deben eliminar de sus programas lectivos las
asignaturas de humanidades y ciencias sociales a partir del 2016, alegando que
los estudiantes estarán mejor preparados técnicamente en una era globalizada y
más exigente laboralmente.
¿Hasta qué punto es moralmente aceptable la decisión de este gobierno?
Esta decisión dictatorial tiene como objetivo el privar a los alumnos de la
capacidad de escoger por ellos mismos, eliminar sus ansias de saber y de
descubrir, y convertirlos en máquinas de un sistema económico cada vez más
interesado en la productividad y los beneficios que puede aportar el hombre
tanto a las grandes empresas como al Estado.